EL
AMOR Y LA RAZON
Una flor de 4 pétalos yacía en el olvido, en el jardín de la vida,
Con lagrimas en sus ojos y silencio en sus oídos
Como un grito silencioso, lleno de ansias y
pena,
La flor yacía en el olvido.
Como una forma de decir quiero vivir, ella
intentaba florecer
Botada en el camino
entre la noche y el amanecer ella
intentaba crecer
Había sido una flor
muy bella, con su tallo verde y floreal, un forma espigada
Que miraba
siempre hacia el lumbral,
Era aquella flor de
4 pétalos la más bella que había crecido
en el jardín,
aquel jardín que
solo ella podía iluminar.
Con sus pétalo
lleno de vida, ella intentaba el amor dar,
Ese amor que a
veces cuesta tanto tener y que a veces tenemos que resignar
Con sus pétalos al
viento la flor solo en su jardín
quería germinar, pero un corazón roto
Le impidió sus
sueños alcanzar, la vida ha sido dura
entre lagrimas y risas,
Solo sus pétalos
saben cuánto hubo de llorar,
Recuerda la flor
esos días de sol que ella solía mirar,
risas y alegrías en su jardín había para respirar
Sueños rotos, y amor partido solo le quedaba a
aquella flor en su mirar,
Se estaba secando y
pensaba que así la vida no volvería a
contemplar,
Cierto día entonces
un pastor la vio en el camino expirar,
la tomo entre sus manos
Y la llevo a la tierra fértil para que pudiera germinar,
aquellas manos sus pétalos acariciaba para darle una nueva vida para comenzar-
Le devolvió la
alegría y la felicidad, la sonrisa volvía en sus labios a germinar
Sus ojos volvían la
luz mirar.
Un día caminando
frente a ella me detuve y la contemple, tenía en sus mirada un brillo hermoso
que solo un ser divino podía en ella poner,
me conto así su
historia, me dijo -he vuelto a florecer - me invito a aquel jardín donde el
pastor daba vida a todo ser que lo había de conocer.
Ahora la flor esta mas grande y bella como el amanecer
con sus cuatro pétalos
hermoso y un pequeño que comienza a crecer.
Gracias te doy mi señor por haberme puesto en el
camino esta linda flor, que me ha enseñado lo que eres tu ,
el amor y la razón
dedicado a Ana
Yutronic con cariño del poeta
Antofagasta 18 de
julio, 2012